Hospitales desbordados en China tras la relajación de las medidas contra la COVID.
Hospitales de grandes ciudades chinas como Pekín están sometidos a una gran presión y han sufrido dificultades para atender a todos los pacientes,,,
Hospitales de grandes ciudades chinas como Pekín están sometidos a una gran presión y han sufrido dificultades para atender a todos los pacientes,según han informado varios medios y testimonios recogidos en las redes sociales del país, a medida que el aumento de las infecciones de COVID-19 pone a prueba los recursos médicos.
En un giro de política, China comenzó este mes a desmantelar sus estrictas normas contra la COVID consistente en confinamientos y pruebas exhaustivas, que desataron una serie de protestas por el país.
Según informa Reuters, el personal de Huaxi, un gran hospital de la ciudad suroccidental de Chengdu, dice que están «extremadamente ocupados» atendiendo a pacientes con COVID, como lo han estado desde que se relajaron las restricciones el 7 de diciembre.
El martes por la tarde, según la agencia, había largas colas dentro y fuera del servicio de urgencias del hospital y en una clínica adyacente para enfermos de fiebre. La mayoría de los que llegaban en ambulancia recibían oxígeno para ayudarles a respirar. El hospital no tiene existencias de medicamentos específicos para la COVID y solo puede suministrar fármacos para síntomas como la tos, dijo uno de los trabajadores.
Zhang Yuhua, del Hospital Chaoyang de Pekín, ha dicho a la agencia que la mayoría de los pacientes recientes eran ancianos y enfermos graves con enfermedades subyacentes, y que el número de pacientes atendidos de urgencia había aumentado de unos 100 a 450-550 al día. Reuters también informa de que algunas funerarias están llenas.
El Mecanismo Conjunto de Prevención y Control del Consejo de Estado (Ejecutivo chino) ha declarado que se informará de las muertes y de los casos graves por COVID en el país cada semana o cada mes, según han recogido en las últimas horas medios locales.
La Comisión Nacional de Sanidad había declarado este lunes que, a partir del 8 de enero, la COVID dejará de ser una enfermedad de categoría A, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas, para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así el final de la política de ‘cero COVID’ que llevaba vigente casi tres años.
Tras esa fecha, los informes de decesos y casos graves por la enfermedad pasarán a ser semanales y, «siguiendo la evolución de la pandemia», se convertirán en «mensuales», señala el Mecanismo Conjunto, que no ha dado más detalles sobre las condiciones que implicarán el cambio de frecuencia.
Asimismo, los partes no notificarán del número de contactos cercanos de los contagiados de COVID ni distinguirán entre casos locales e importados, al contrario de lo que marcaban los informes diarios que China publicó desde el inicio de la pandemia hasta el sábado pasado.
Fuente: Eldiario.es